Javier Martín (@javieer1995) nos hace llegar su crónica del Campeonato del Mundo de Duatlón:
Participar en un Campeonato del Mundo era algo casi impensable hace unos pocos meses, si me hubieran preguntado por mis posibilidades hubiera dudado de mi clasificación.
Lo primero que me llamó la atención, me olvidaré del largo viaje hasta Pontevedra, fue vestirme con la equipación de la Selección: chándal, camisetas y mono de competición me hacían sentir como alguien importante. Los compañeros muy majos y en la habitación me toca con Antonio Serrat y Mantecón.
No estaba especialmente nervioso, mucho menos que en el Campeonato de España donde si me encontraba presionado. Mi preparación no era la mejor debido a un parón por exámenes, solamente las dos últimas semanas había podido sacar tiempo suficiente para entrenar con calidad, confiaba en el trabajo anterior pero sabía que no estaba en un buen momento.
La competición era por la mañana y el día soleado y con un poco de viento. Nos hicimos la foto todos los seleccionados y temprano fuimos al Centro de Tecnificación donde a las 10 competían las chicas.
Antes de salir dos cosas me impresionan: te dan unas pegatinas para colocarte en brazos y piernas como dorsal, nada de rotuladores, ¡calcomanías de las buenas!, una semana después aun no me las he podido quitar. La segunda cosa que sorprende es la calidad de las bicis, la mía era la peor.
Salimos a las 11,30 desde la pista de entrenamiento del Centro de Tecnificación, una vuelta y a buscar las calles de Pontevedra, cuestas y adoquines. Se sale rápido pero me mantengo en el grupo, solo se descuelgan dos competidores ¡Vaya nivel! Pero de nuevo, igual que en Avilés, al comenzar la segunda vuelta Antonio Serrat hace un cambio brusco y selecciona un grupo de 11 donde intento colocarme. Las sensaciones no eran las mejores y decido quedarme un poco atrás antes de petar. Poco a poco se van seleccionando los grupos y me quedo en el segundo junto con los españoles. En el inicio de la T1 la desventaja era de 35 segundos, casi ya sin posibilidades de contactar.
La bici fue mi peor momento, se marcha rápido para coger a los que se descuelgan y, aunque siempre estuve situado delante, no me encontraba cómodo con los pedales Thompson. La sensación era que podía quedarme en cualquier momento. En la tercera vuelta atrapamos a tres de los fugados y se produce un parón que me permite recuperar. Hasta la última transición el ritmo se mantuvo constante y sin tirones.
Está transición fue mi mejor momento, gano tiempo gracias a los Thompson, hago el mejor parcial y salgo en séptima posición con casi 10 segundos de ventaja. Muy rápido al principio pero sigo sin buenas sensaciones, cuando falta poco más de 1 km me adelanta un japonés al que no puedo seguir. Mantuve esta posición hasta que en una larga recta a falta de 700 metros me adelantas tres duatletas. Voy sin fuerzas y estos últimos metros se me hacen eternos, dentro de la pista me adelantan otros tres pero ¡ya me da igual, solo quiero termina! Al final puesto 14, tercero de los españoles, y contento con la experiencia aunque con la sensación de que podía haber quedado un poco más delante.
Ganó Birtwhistle un australiano superior a todos y que en otoño había plantado cara a los africanos en el Mundial de Cross. Baja de los 30 minutos en un diez mil, imposible superar a un elemento como este.
Al día siguiente por la mañana salidita en bici para soltar, grupeta de lujo encabezada por Martín, Emilio, no Javier. Por la tarde me seleccionan para el relevo mixto B, competíamos pero solo clasificaban los equipos A. La salida fue conjunta con los Elite, lo intentamos pero perdimos contacto desde el primer relevo y nos toco hacer el circuito en solitario. Muy contento de poder competir con Inés, Raúl y Sara
Impresionante la experiencia que espero repetir.
Gracias a todos los Marlins por sus ánimos y en especial a Bego que también compitió pero a la que casi no pude ver.